El cuidado bucal es un componente clave de la salud general de su mascota: un régimen inteligente puede ayudar a prevenir el desarrollo de afecciones graves. Mantener los dientes de su mascota limpios y libres de bacterias da como resultado algo más que dientes sanos y un aliento fresco. Con un poco de conocimiento y esfuerzo, puede proteger a su mascota para una compañía de por vida.
El sarro y la gingivitis son los problemas más comunes vistos por los veterinarios. La mayoría de los perros desarrollarán estos problemas. Si no se controlan, pueden provocar periodontitis y problemas de salud graves para su mascota, que pueden incluir la pérdida de dientes y enfermedades graves. Pero puede tomar medidas para controlar esto y promover una buena salud bucal al incorporar las 3D: cepillado diario, odontología. y Dieta.
El cepillado diario de los dientes de su mascota eliminará la placa y retrasará el desarrollo del sarro. Cuando empiece a cepillarse los dientes, sea gradual y conviértalo en una experiencia placentera. Comience usando su dedo. Más tarde, introducir un cepillo de dientes. Asegúrese de elogiar y tranquilizar a su mascota mientras se cepilla. Además, premie a su mascota después con un juego o un paseo.
Hable con su veterinario acerca de la limpieza dental anual o semestral, una profilaxis dental o profilaxis para abreviar. La limpieza dental, realizada por su veterinario, es la única forma de eliminar el sarro.
La dieta es importante para una buena salud bucal. La acción de cepillado mecánico de las croquetas secas y crujientes ayuda a eliminar la placa y trabaja para limpiar los dientes. Algunas dietas también pueden incluir ingredientes como el hexametafosfato (HMP) que pueden ayudar a bloquear la formación de sarro. La dieta, el cepillado diario y la odontología ayudan a romper el ciclo de placa a sarro y optimizar la salud bucal.
El humano no es el único afectado por las alergias. Al igual que usted, su perro adulto puede sufrir reacciones alérgicas a muchas cosas: en el aire, en la piel y en la comida. Las alergias deben ser diagnosticadas y tratadas por su veterinario, pero primero debe saber qué buscar.
Los síntomas de alergia más comunes en los perros son las reacciones cutáneas, independientemente de la causa. Y pueden, pueden surgir a cualquier edad. El hecho de que no haya tenido alergias cuando era cachorro no significa que su perro no las tendrá ahora que es adulto. Las alergias a los inhalantes, a los alimentos, al contacto y a las pulgas son cuatro de los tipos más comunes de alergias que pueden afectar a su perro.
Las alergias a los inhalantes en los perros son causadas por los mismos alérgenos comunes que te afectan a ti: polvo, hierba, árboles, moho, polen, ambrosía, etc. Pueden ser estacionales o persistentes y, aunque algunas razas (especialmente las razas de hocico corto) pueden experimentar los mismos síntomas de estornudos, las reacciones en la piel son las más comunes. Las alergias a los inhalantes a menudo se pueden tratar con los mismos medicamentos que usted toma, pero no trate las alergias de su perro sin supervisión veterinaria.
Las alergias alimentarias pueden ser las más difíciles de diagnosticar y controlar. El tratamiento implica un enfoque impredecible que implica una dieta restringida y la reintroducción gradual de posibles alérgenos para determinar al culpable. Las reacciones cutáneas a las alergias alimentarias son comunes en los perros, pero los vómitos o la diarrea frecuentes también pueden ser un signo. Tenga en cuenta que si hay un cambio en la dieta de su perro (o simplemente comió algo que no debía), podría experimentar un episodio de vómitos o diarrea, pero esto no significa necesariamente que su perro tenga alergia. Observe y vea si se convierte en un problema persistente antes de programar un costoso viaje al veterinario.
Las alergias por contacto a las pulgas generalmente causan irritación de la piel y se tratan por vía tópica. Es posible que se sorprenda al saber que a la mayoría de los perros solo les molestan vagamente las pulgas. Pero aquellos que son alérgicos pueden sufrir, al igual que sus dueños. Los perros con contacto y alergias a las pulgas a menudo muerden su piel en carne viva, lo que provoca pérdida de cabello, mal olor e infecciones, por lo que es imprescindible un control meticuloso de las pulgas.
Las alergias pueden variar dependiendo del perro, por lo que es importante que trabaje con su veterinario para asegurarse de que su perro reciba el mejor tratamiento posible. Ambos estarán más felices por ello.