Cambiar a su perro a un nuevo alimento requiere algo de planificación. Debido a que los perros son criaturas de hábitos, tienden a preferir su alimento actual sobre un alimento nuevo. Al igual que nosotros, se acostumbran a un alimento y es posible que no les entusiasme una nueva rutina. Estos útiles consejos de alimentación para perros te ayudarán a mantener a tu perro satisfecho.
Cuando ayude a su perro a cambiar la dieta, piense 'lento pero constante'. Comience mezclando un 25 % de comida nueva con un 75 % de comida actual. Cambie lentamente las proporciones durante los próximos tres días aumentando gradualmente el alimento nuevo y disminuyendo la cantidad del alimento actual. Aquí hay un ejemplo de horario de alimentación:
Al final de este proceso, deberías darle el 100 % del alimento nuevo. Es posible que su perro quiera comer solo la comida anterior o no comer nada. No te preocupes, un perro saludable puede saltarse comidas por un día o dos sin ningún efecto nocivo.
Al traer un nuevo alimento a tu casa, ponerlo en el plato de tu perro y obligarlo a que debe comerlo puede hacer que tu perro se ponga en huelga de hambre. Este no es el momento de mostrar quién manda. Es mejor presentarle la comida nueva usando un tono de voz agradable y animándolo amablemente a probar la comida nueva.
¡La persistencia es la clave! Durante los dos primeros días de la transición alimentaria, no le des golosinas ni sobras de la mesa. Los perros nos entrenan tanto como nosotros los entrenamos a ellos. Ceder a sus demandas solo refuerza el comportamiento de rechazo y hace que sea más difícil hacer un cambio dietético nutritivo.
Cambiar de dieta puede ser más desafiante cuando se cambia de un alimento húmedo a un alimento seco. Si su perro continúa resistiéndose a comer comida seca, puede mezclarla con un poco de agua tibia. Incluso puede poner la comida humedecida en el microondas durante unos segundos. Si mezcla la comida con agua, asegúrese de desechar la porción no consumida después de 20 minutos para evitar que se eche a perder. La misma regla se aplica a los alimentos enlatados y en bolsa. Una vez que el perro se haya acostumbrado a la comida humedecida, puedes cambiarlo a comida completamente seca. Para hacer esto, siga las mismas instrucciones de mezcla descritas anteriormente.


El humano no es el único afectado por las alergias. Al igual que usted, su perro adulto puede sufrir reacciones alérgicas a muchas cosas: en el aire, en la piel y en la comida. Las alergias deben ser diagnosticadas y tratadas por su veterinario, pero primero debe saber qué buscar.
Los síntomas de alergia más comunes en los perros son las reacciones cutáneas, independientemente de la causa. Y pueden, pueden surgir a cualquier edad. El hecho de que no haya tenido alergias cuando era cachorro no significa que su perro no las tendrá ahora que es adulto. Las alergias a los inhalantes, a los alimentos, al contacto y a las pulgas son cuatro de los tipos más comunes de alergias que pueden afectar a su perro.
Las alergias a los inhalantes en los perros son causadas por los mismos alérgenos comunes que te afectan a ti: polvo, hierba, árboles, moho, polen, ambrosía, etc. Pueden ser estacionales o persistentes y, aunque algunas razas (especialmente las razas de hocico corto) pueden experimentar los mismos síntomas de estornudos, las reacciones en la piel son las más comunes. Las alergias a los inhalantes a menudo se pueden tratar con los mismos medicamentos que usted toma, pero no trate las alergias de su perro sin supervisión veterinaria.
Las alergias alimentarias pueden ser las más difíciles de diagnosticar y controlar. El tratamiento implica un enfoque impredecible que implica una dieta restringida y la reintroducción gradual de posibles alérgenos para determinar al culpable. Las reacciones cutáneas a las alergias alimentarias son comunes en los perros, pero los vómitos o la diarrea frecuentes también pueden ser un signo. Tenga en cuenta que si hay un cambio en la dieta de su perro (o simplemente comió algo que no debía), podría experimentar un episodio de vómitos o diarrea, pero esto no significa necesariamente que su perro tenga alergia. Observe y vea si se convierte en un problema persistente antes de programar un costoso viaje al veterinario.
Las alergias por contacto a las pulgas generalmente causan irritación de la piel y se tratan por vía tópica. Es posible que se sorprenda al saber que a la mayoría de los perros solo les molestan vagamente las pulgas. Pero aquellos que son alérgicos pueden sufrir, al igual que sus dueños. Los perros con contacto y alergias a las pulgas a menudo muerden su piel en carne viva, lo que provoca pérdida de cabello, mal olor e infecciones, por lo que es imprescindible un control meticuloso de las pulgas.
Las alergias pueden variar dependiendo del perro, por lo que es importante que trabaje con su veterinario para asegurarse de que su perro reciba el mejor tratamiento posible. Ambos estarán más felices por ello.