El sodio es un mineral esencial para la vida. El sodio, que se encuentra en la sangre y en el líquido que rodea las células, mantiene el entorno celular y evita que las células se hinchen o se deshidraten. El sodio también es importante para mantener la función adecuada de las células nerviosas y musculares.
La carne, las aves, el pescado y los huevos son buenas fuentes de sodio. También se puede incluir en los alimentos comerciales para gatos en forma de sal de mesa (a veces aparece en el panel de ingredientes como sal). La sal es un saborizante importante para los animales, así como para las personas.
La Asociación Estadounidense de Funcionarios de Control de Alimentos recomienda que los alimentos secos para gatos contengan al menos un 0,2 % de sodio para el mantenimiento y el crecimiento y desarrollo normales. Estos son los niveles mínimos recomendados.
Si bien una ingesta elevada de sodio puede provocar un aumento de la sed y el consumo de agua, el exceso de sodio se excreta en la orina del gato.
Por lo tanto, el nivel de sodio en los alimentos comerciales para mascotas no es motivo de preocupación en animales sanos.
Un veterinario puede recomendar disminuir la ingesta de sodio de un gato si el animal tiene algún tipo de enfermedad renal, hepática o cardíaca, para ayudar a disminuir la presión arterial alta o la acumulación excesiva de líquido corporal. Aunque los gatos mayores pueden tener más probabilidades de desarrollar estas enfermedades, los gatos mayores saludables no requieren una dieta baja o reducida en sodio.
El nivel de sodio en nuestros alimentos para gatos es apropiado para gatos sanos. El contenido de sodio en estos alimentos se equilibra en proporciones adecuadas con energía, otros minerales, vitaminas, grasas, proteínas y carbohidratos.
Los seres humanos no son los únicos afectados por las alergias. Al igual que usted, su gato adulto puede sufrir reacciones alérgicas a cualquier cantidad de cosas en el aire, en su piel y en su comida. Las alergias deben ser diagnosticadas y tratadas por un veterinario, pero primero debes saber qué buscar.
Cuatro de los tipos más comunes de alergias que pueden afectar a su gato son las alergias por inhalación, alimentos, contacto y pulgas.
Las alergias a los inhalantes en los gatos son causadas por los mismos alérgenos comunes que te afectan a ti: polvo, hierba, árboles, moho, polen, ambrosía, etc. Pueden ser estacionales o persistentes, y aunque algunas razas pueden experimentar los mismos síntomas de estornudos y estornudos que los humanos suelen sufrir, las reacciones en la piel son las más comunes. Las alergias a los inhalantes a menudo se pueden tratar con los mismos medicamentos que usted toma, pero no trate las alergias de su gato sin supervisión veterinaria.
Las alergias alimentarias en los gatos pueden ser las más difíciles de diagnosticar y controlar. El tratamiento implica un enfoque impredecible que implica una dieta restringida y la reintroducción gradual de posibles alérgenos para determinar al culpable. Las reacciones cutáneas a las alergias alimentarias son comunes en los gatos, pero los vómitos o la diarrea frecuentes también pueden ser un signo. Tenga en cuenta que si la dieta de su gato cambia (o simplemente comió algo que no debía), puede experimentar un episodio de vómitos o diarrea. Esto no significa necesariamente que su gato tenga alergia. Observe y vea si se convierte en un problema persistente antes de programar un viaje al veterinario.
Es posible que se sorprenda al saber que a la mayoría de los gatos solo les molestan vagamente las pulgas. Pero aquellos que son alérgicos pueden sufrir, al igual que sus dueños. Las alergias por contacto ya las pulgas generalmente causan irritación en la piel de los gatos y se tratan por vía tópica. Los gatos con alergias al contacto y a las pulgas a menudo muerden su piel en carne viva, lo que provoca pérdida de cabello, mal olor e infecciones, por lo que es imprescindible un control meticuloso de las pulgas.
Los síntomas de alergia más comunes en los gatos son las reacciones cutáneas, independientemente de la causa, y pueden aparecer a cualquier edad. El hecho de que su gato no haya tenido alergias cuando era un gatito no significa que no las tendrá cuando sea adulto. Si tu gato sufre alguno de los siguientes síntomas, llévalo al veterinario para una consulta:
Las alergias pueden variar de un gato a otro, por lo que es importante que trabaje con su veterinario para asegurarse de que su gato reciba el mejor tratamiento posible. Ambos serán más felices como resultado.