A los perros les encanta masticar cosas. De hecho, masticar es un comportamiento canino natural. Proporcionar golosinas para masticar y juguetes para masticar apropiados puede ser gratificante para el perro y podría prevenir o eliminar un posible comportamiento de masticación destructivo. Los premios/juguetes masticables están diseñados para proporcionar esa importante actividad de masticación natural que a los perros les encanta. Si el premio/juguete para masticar tiene otros beneficios, como el cuidado bucal, es aún mejor.
Haga que disfrutar de golosinas para masticar y juguetes para masticar sea una actividad segura y saludable con estos consejos:
Consejo #1: Existe cierto riesgo de obstrucción del tracto digestivo con cualquier tipo de golosina o juguete para masticar. La seguridad siempre es una preocupación cuando un perro mastica. Muchos objetos naturales, como palos, piedras y huesos, pueden atascarse en la garganta o el intestino de un perro. Como pet parent, usted es el responsable final de monitorear a su perro de cerca para asegurarse de que la golosina para masticar se mastique bien.
Consejo # 2: las golosinas para masticar y los juguetes para masticar deben tener el tamaño adecuado para su perro. En otras palabras, a su perro no se le debe dar una golosina/juguete para masticar que pueda tragarse entero. Los paquetes deben indicar el tamaño de perro apropiado para el juguete/golosina masticable. En caso de duda, pregunte a su distribuidor o póngase en contacto con el fabricante.
Consejo #3: Observe a su perro jugando con el juguete masticable o comiendo la golosina masticable. Con la golosina para masticar, su perro debe morderla con los dientes laterales y tragar pedazos de la golosina comestible. Debido a que los perros no tienen los mismos molares aplastantes que los humanos, 'cortarán' pedazos con los dientes laterales. Muchos perros sostendrán la golosina en sus patas o simplemente la moverán de lado a lado en la boca mientras mastican pequeños pedazos.
Consejo #4: Si su perro tiene un historial de ingestión de objetos extraños como piedras, palos o juguetes, es posible que no quiera darle golosinas/juguetes para masticar. Pruebe las galletas, en su lugar.
Consejo #5: Esté atento a asfixia, babeo excesivo, vómitos, falta de apetito, letargo y movimientos intestinales anormales. Si nota alguno de estos signos, ¡busque atención veterinaria lo antes posible!
Consejo #6: Cuando tenga dudas sobre lo que es apropiado para su perro, comuníquese con su veterinario. Él o ella puede ofrecer asesoramiento profesional.
La mayoría de los humanos reconoce un abrazo como una señal de afecto y amistad. En una encuesta de IAMS™*, el 83 % de los dueños de perros dicen que a sus perros también les gustan los abrazos. Pero, ¿cómo se sienten los perros acerca de ellos? ¡Tráelo dentro! Vamos a tratar de entender esta pregunta.
Claro, algunos perros disfrutan de un buen abrazo canino, pero generalmente solo con su dueño o miembros del hogar. De lo contrario, realmente no les importa. “Abrazar es demasiado y abrumador para muchos perros y debe desaconsejarse si el perro no conoce muy bien a la persona”, aconseja James Serpell, BS, Ph.D., Profesor de Ética Humanitaria y Bienestar Animal en la Universidad de Pensilvania. Facultad de Medicina Veterinaria.
Abrazar es un comportamiento humano, no un comportamiento de perro. Simplemente no están construidos físicamente para ese tipo de interacción. Estamos de pie, por lo que nos enfrentamos a la gente. Los perros están a cuatro patas, por lo que es un acto antinatural para ellos. Prefieren con mucho un olfateo amistoso para saludar a otros perros.
Para los perros, un abrazo se considera una forma muy dominante de comportamiento; se siente como si un extraño estuviera tratando de ejercer control sobre ellos. Puede ser bastante estresante, especialmente si lo hace alguien con quien no están familiarizados.
Desde la antigüedad canina, la primera línea de defensa instintiva de los caninos ha sido huir del peligro. Abrazar les quita esta opción y puede hacer que se sientan atrapados y confinados. ¿Recuerdas cuando eras un niño cuando esa tía abuela ruidosa que nunca conociste te abrazó en la boda del primo segundo de tu padre? Eso es un poco lo que siente tu perro. ¿Quién es? ¿Qué están haciendo? Ellos también quieren escapar.
Por lo general, se puede saber por su lenguaje corporal, dice el Dr. Jo Gale, BVetMed CertLAS MRCVS, gerente sénior, Global Science Advocacy en Waltham Petcare Science Institute: “Observe si tiembla, intenta escapar, se le levanta el pelo o se le pone blanco alrededor de los ojos. Es muy importante prestar atención a este comportamiento y respetarlo”.
*Propietarios de perros de EE. UU. encuestados, mayores de 18 años
Tamaño de la muestra: n=201
Campo del 8 al 10 de mayo de 2020