A los perros les encanta masticar cosas. De hecho, masticar es un comportamiento canino natural. Proporcionar golosinas para masticar y juguetes para masticar apropiados puede ser gratificante para el perro y podría prevenir o eliminar un posible comportamiento de masticación destructivo. Los premios/juguetes masticables están diseñados para proporcionar esa importante actividad de masticación natural que a los perros les encanta. Si el premio/juguete para masticar tiene otros beneficios, como el cuidado bucal, es aún mejor.
Haga que disfrutar de golosinas para masticar y juguetes para masticar sea una actividad segura y saludable con estos consejos:
Consejo #1: Existe cierto riesgo de obstrucción del tracto digestivo con cualquier tipo de golosina o juguete para masticar. La seguridad siempre es una preocupación cuando un perro mastica. Muchos objetos naturales, como palos, piedras y huesos, pueden atascarse en la garganta o el intestino de un perro. Como pet parent, usted es el responsable final de monitorear a su perro de cerca para asegurarse de que la golosina para masticar se mastique bien.
Consejo # 2: las golosinas para masticar y los juguetes para masticar deben tener el tamaño adecuado para su perro. En otras palabras, a su perro no se le debe dar una golosina/juguete para masticar que pueda tragarse entero. Los paquetes deben indicar el tamaño de perro apropiado para el juguete/golosina masticable. En caso de duda, pregunte a su distribuidor o póngase en contacto con el fabricante.
Consejo #3: Observe a su perro jugando con el juguete masticable o comiendo la golosina masticable. Con la golosina para masticar, su perro debe morderla con los dientes laterales y tragar pedazos de la golosina comestible. Debido a que los perros no tienen los mismos molares aplastantes que los humanos, 'cortarán' pedazos con los dientes laterales. Muchos perros sostendrán la golosina en sus patas o simplemente la moverán de lado a lado en la boca mientras mastican pequeños pedazos.
Consejo #4: Si su perro tiene un historial de ingestión de objetos extraños como piedras, palos o juguetes, es posible que no quiera darle golosinas/juguetes para masticar. Pruebe las galletas, en su lugar.
Consejo #5: Esté atento a asfixia, babeo excesivo, vómitos, falta de apetito, letargo y movimientos intestinales anormales. Si nota alguno de estos signos, ¡busque atención veterinaria lo antes posible!
Consejo #6: Cuando tenga dudas sobre lo que es apropiado para su perro, comuníquese con su veterinario. Él o ella puede ofrecer asesoramiento profesional.
La harina de cordero se obtiene de tejidos de cordero como el músculo esquelético, algunos huesos y órganos internos que se han secado y molido.
El músculo esquelético y los órganos internos son fuentes de proteínas y grasas de alta calidad. El hueso, en pequeñas cantidades, es una excelente fuente de minerales como el calcio.
No. Una evaluación de las fuentes típicas de harina de cordero mostró que la calidad de la proteína era deficiente en comparación con el huevo, el estándar de calidad de la proteína.
La comida típica de cordero puede contener grandes cantidades de lana y almidón, lo que reduce la calidad. La presencia de lana puede deberse a malas técnicas de procesamiento. La contaminación por almidón se puede atribuir a la presencia de grano en el estómago que no se eliminó antes del procesamiento. Además, el suministro de harina de cordero en los Estados Unidos es limitado y difícil de obtener.
Debido a que The IAMS™ Company establece altos estándares para los ingredientes utilizados en los alimentos para mascotas de IAMS, era necesario encontrar una fuente diferente de cordero.
La búsqueda de fuentes confiables de harina de cordero llevó a IAMS a proveedores en Nueva Zelanda y Australia. Allí, los proveedores retiran la lana y el contenido estomacal antes del procesamiento. Luego, la harina de cordero se envía a los EE. UU., donde se refina. El resultado es una comida de cordero que cumple o supera los estándares de alta calidad de IAMS.